Carpas Plegables Baratas. Cualquier excusa es buena para reunirse con familiares y amigos y organizar una comida en el jardín de casa. No importa el mes del año, el número de invitados o el tipo de almuerzo, pero sí disponer de una carpa que nos cobije del sol y del frío y, sobre todo, que le dé un toque distinguido a nuestro espacio.
Para celebrar una comida en el jardín o en la terraza de casa no hace falta que sea verano. Al menos en el Mediterráneo, donde las temperaturas no descienden de los 5º y los rayos cálidos del sol siempre consiguen hacernos olvidar que el invierno ha llamado a la puerta. Tampoco tener un motivo especial: las excusas sobran cuando se trata de quedar con los amigos o con la familia y más en un país como el nuestro, de grandes celebraciones. Lo que sí que resulta necesario es tener provisiones suficientes y disponer de una carpa donde resguardarnos. Y es que si habéis organizado algún ágape de estas características en vuestra casa, lo sabréis: la bebida y la comida nunca sobra y el sol que en un principio es motivo de placer, al cabo de media hora, se convierte en molestia.
A partir de ahí, todo cabe. Desde un brunch al más estilo inglés hasta almuerzo frugal alrededor de la mesa o uno más elaborado, con chefs de la talla de Ferran Adrià o los hermanos Roca como inspiración de nuestras tapas y con la carpa como protagonista de la decoración. Porque la carpa, más allá de salvaguardarnos del sol y de cobijarnos del frío, de la lluvia y del viento, es un excelente elemento decorativo. El simple hecho de disponer de un soporte de estas características en tu terraza o jardín hace que estos espacios luzcan diferente y, claro, que cualquier evento que se celebre allí adquiera estilo propio.
Y, si además de deleitar con una buena comida a vuestros invitados, os apetece sorprenderles, nos os olvidéis de la mesa. Hay que vestirla para la ocasión, decorarla. Esto no quiere decir, ni mucho menos, que saquemos la cubertería de plata y las copas de cristal de bohemia que nos regalaron en la boda, pero sí que pensemos en cubrir la mesa con una mantelería adecuada y que introduzcamos pequeños detalles que rompan con la monotonía. Podemos aprovechar el esqueleto de la carpa para colgar botellas de vidrio con flores dentro, velas colgantes o lámparas de papel en la misma tonalidad que la mantelería. También podemos crear pequeños centros de mesa utilizando flores secas, plantas, cestas de mimbre o la propia corteza de los árboles. Y, para crear contraste con los tonos pastel de los centros y el blanco de la carpa, vasos y platos coloridos, que le den un aire casual y divertido a la mesa.
Una buena idea para vestir de fiesta nuestra mesa es decorarla con botellas y elementos florales. En este caso, penden del esqueleto de la carpa (Autor: Holamama).
